Cuando me titulé terminé mi presentación acerca de mi carrera profesional con una frase de Peter Drucker (semidios q.e.p.d.) que reza "Pregúntate cada día,¿a qué clientes toqué y qué aprendí?" ..en la mañana uno de los clientes más queridos me pidió ir a su casa mientras estaba entregando la tarta anterior a Paty. Como a veces me llama para platicar iba dispuesta a eso,pero en su lugar,me regaló un bidón chico de vainilla que trajo de Tecolutla, porque, dice, siempre se acuerda de mi. No he podido dejar de sonreír.
A pesar de los errores que a veces magnifico,estas ocasiones me reconcilian con mi realidad.Insisto,tengo los mejores clientes del mundo...Cuando te traen cosas de sus viajes,cuando te regalan quince kilos de tejocotes del huerto de su mamá o uno de harina integral porque saben que te van a servir,te regalan moldes pyrex,te traen revistas porque vienen temas que saben que te gustan y sobre todo,cuando te llaman sólo para saludar,te refieren nuevos clientes,te dicen "hija" o te dicen que son felices de haberte conocido y que por compartir su amor por la comida eres su nueva mejor amiga...todas estas cosas hacen que recuerde la frase anterior y diga, hoy,lo que aprendí,es que algo estoy haciendo bien.
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